LECTURA SOBRE LA FE


LECTURA SOBRE LA FE

LA HISTORIA DEL TURRÓN DE DOÑA PEPA

Este dulce se ha convertido en uno de los más deliciosos  ingredientes del festejo popular  que acompaña la procesión del Señor de los Milagros. Y se debe a una mujer que vivía en un fundo algodonero, en el Valle de Cañete; y cuyo nombre era Josefa Marmanillo, Doña Pepa.

Ella sufría de una parálisis que la había postrado en cama y estaba condenada a no mover ni juntar los brazos y manos, por lo que de condición de esclava pasó a ser liberta. Se enteró entonces, acerca de los milagros de la imagen del Cristo de Pachacamilla y decidió rápidamente arribar a Lima con el fin de acompañar a la procesión.

Fue tanta su fe que, según parece, el Señor obró el milagro de su curación, cuando ella se encontraba arrodillada orando e implorando ante la imagen. Parece ser que de pronto sintió un leve dolor en el pecho, al tiempo que comenzó a mover sus manos, hasta llegar a juntarlas. Josefa cayó al pavimento llena de alegría y gratitud por el milagro conferido.

A partir de ese instante una poderosa obsesión invadió su ser, tratando  de buscar  alguna forma de mostrar su agradecimiento al Señor por tan maravillosa obra. Un día, en sueños, vio la receta del dulce que más adelante se constituiría en el más tradicional del mes de octubre.

Durante un nuevo recorrido procesional, fue acompañando a la imagen sagrada e posición erguida, llevando encima de su cabeza una tabla que contenía el sabroso manjar. Y fue entonces cuando compartió su dulce con los más allegados, quienes lo bautizaron con el nombre de Turrón de Doña Pepa.

Los primitivos ingredientes empleados en la elaboración del turrón fueron: almíbar de jugo de frutas, yema de huevo, manteca, harina y anís, llevando encima de todo vistosos y coloridos dulces de hechura casera.

Tomado de la Agenda 2013 "Vivir es ayudar a vivir". Editorial PaulinaS, Lima, Perú.